INTERNACIONAL.
Política
*Ocho de cada diez
considera que predominan los comportamientos machistas en la sociedad.
La huelga feminista del 8 de
marzo tiene un enorme apoyo entre los españoles: el 82% cree que hay motivos
suficientes para convocar la protesta contra la discriminación que sufren las
mujeres. La movilización busca denunciar la violencia de género y hacer visible
la desigualdad estructural que sufre la mitad de la sociedad en todos los
ámbitos: en el trabajo —la brecha salarial que hace que ellas cobren menos, la
mayor precariedad, el techo de cristal que bloquea el ascenso femenino a
puestos de poder— y en casa, donde las mujeres asumen de forma aplastante las
tareas domésticas y el cuidado de los hijos.
La contundencia del respaldo
a la huelga, convocada por organizaciones feministas, habla del hartazgo social
por la discriminación de las mujeres y del elevado nivel de concienciación
sobre lo que ocurre, ya que el 80% considera que en España predominan los
comportamientos machistas, un porcentaje más alto todavía cuando se pregunta a
mujeres (87%) frente al 72% de hombres, según datos de la encuesta sobre
desigualdad realizada por Metroscopia para EL PAÍS con 1.500 entrevistas
telefónicas entre el 28 de febrero y el 2 de marzo.
Es la primera vez que en
España se llama a una huelga de mujeres en un año marcado por las
reivindicaciones feministas en todo el mundo. La convocatoria tiene también una
dimensión política y, mientras el Partido Popular la ve como una protesta “de
élites feministas pero no de mujeres reales con problemas cotidianos”, como la
calificaba un argumentario interno, los partidos de izquierda apoyan la
iniciativa, aunque en el caso de los socialistas solo secundan los paros de dos
horas que han propuesto los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT.
Esta división se traslada a
los ciudadanos, y los votantes del PP son los que menos motivo ven para
convocar la huelga: el 66% cree que está justificada frente a los de Unidos
Podemos (95%) o del PSOE (88%). En el caso de Ciudadanos, el 73% considera que
hay razones para convocar la huelga, pero su líder en Cataluña, Inés Arrimadas,
ya ha dicho que rechaza la iniciativa porque “se apela también al
anticapitalismo”.
Los españoles creen que ese
machismo que impregna la sociedad, del que los votantes de izquierda son más
conscientes, es mayor aquí que en otros países europeos (47%), aunque hay una
diferencia sustancial entre la percepción masculina y la femenina: ellas
consideran que España es más sexista (54%) que otros países, en cambio la
mayoría de los hombres no (41%). Existe, no obstante, la percepción de que ese
dominio patriarcal se ha ido resquebrajando en los últimos 20 años, y de que
hay cierto avance: el 65% rechaza que ahora haya más comportamientos machistas
que hace dos décadas. Los votantes de Ciudadanos son los que con mayor nitidez
ven esa evolución, ya que el 76% está en desacuerdo con la idea de que el país
es ahora más machista que antes.
Ser mujer en España supone
tener una vida más difícil, y así lo cree el 76% de los encuestados —el 82% de
las mujeres y el 70% de los hombres—. En una batería de preguntas dirigidas
solo a ellas, se dibuja de manera diáfana cómo se ven atacadas o ninguneadas
por su género. El 53% ha sido ignorada por ser mujer o no se le ha prestado
atención. Casi la mitad (49%) se ha sentido juzgada por su físico o por su
apariencia. El 48% ha recibido comentarios despectivos —como mínimo ese “mujer
tenía que ser”—. Las opiniones y comentarios del 46% han sido menospreciados y
al 40% le han tratado de intimidar por ser mujer.
En una cuestión más
genérica, la mitad de las mujeres se han sentido discriminadas por el hecho de
serlo. Es llamativo cómo ese porcentaje es mucho más elevado entre las jóvenes
(entre 18 y 34 años). Ahí alcanza un 67%, lo que permite deducir que ellas son
más conscientes de las desigualdades que les afectan. Los porcentajes más bajos
se dan en las mayores de 65 años, las que han vivido más tiempo en una sociedad
en la que el machismo se consideraba lo normal.
Décadas después de la
incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral, todavía se mueven en
territorio hostil: tienen peores salarios, el ascenso de sus carreras en la
política o en la empresa está lleno de obstáculos y se les ponen trabas para
conciliar el trabajo y la vida personal. Además, el 31% ha sido menospreciada
en el desempeño de su trabajo por ser mujer.
Una de las principales
reivindicaciones de la huelga es la de combatir la brecha salarial. El 82% es
consciente de que ellas cobran menos —en concreto un 23% menos que los hombres,
según el Instituto Nacional de Estadística—. Quienes más claro lo tienen son
los votantes de izquierda: el 90% de los de Podemos y el 88% de los
socialistas, mientras que esa realidad solo la observan el 69% de los populares
y el 78% de los de Ciudadanos.
En España, el 93% de las
excedencias para cuidar a los hijos las cogen las mujeres, según un informe de
UGT, y son ellas las que emplean el doble del tiempo que los hombres en tareas
domésticas y cuidado de familiares y niños, según el INE. Por eso el 81% de los
encuestados cree que las mujeres están en peor situación para compaginar la
vida laboral y la familiar. Lo mismo sucede con el techo de cristal: el 78% de
los encuestados considera que las mujeres están discriminadas en el acceso a
puestos de responsabilidad en empresas, mientras que el 64% de los votantes del
PP cree que las mujeres están en desventaja a la hora de ascender en una
compañía. Solo en la llegada de las mujeres a los cargos políticos asoma una
visión más igualitaria, ya que aquí el 35% cree que las mujeres tienen idéntico
acceso al poder. Los votantes del PP y de Ciudadanos son los que menos
conciencia tienen de las trabas, con un 45% y un 41% que cree que no hay
diferencias para ascender en política.
Fuente: politica.elpais.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario