INTERNACIONAL
* Más de 23.800 mujeres han sido asesinadas
en los últimos 10 años
Este
8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, muchas marcharán por todo el país
por sus hijas estranguladas, quemadas, destripadas, degolladas, lapidadas.
Porque así es como se presenta para ellas la muerte en México. También se
acordarán las que nunca regresan solas, las que no tienen otro remedio, las que
regresan de trabajar en pesero, las que tiemblan cuando un conductor hace un
movimiento extraño, las que dejan de respirar cuando un hombre se les acerca a
pedirles la hora en una calle oscura, las que entran con un hombre desconocido
en un hotel de la Ciudad de México. Porque no hay una sola mujer en este país
que pueda decir que no ha olido nunca el miedo.
En el marco de las actividades realizadas por el Día
Internacional de la Mujer, la ONU señaló que 14 de los 25 países con mayor
número de feminicidios están en América Latina y el Caribe, entre ellas,
México.
En
México, hay madres que guardan las fotos de su hija muerta en el celular para
que los golpes no se olviden; que desentierran a su niña mutilada en un descampado
a pocos metros de su casa; que encuentran a los asesinos y estos siguen libres;
que sin haber ido a la escuela, se estudian el Código Penal por las noches en
la pantalla de un móvil. Hay padres que pedalean sin descanso en una bicicleta
para perseguir el rastro de un autobús donde violarán y matarán a su hija de 10
años. Hay mujeres que no salen de su casa después de las siete de la noche; que
aceleran el paso; que no caminan solas. En México hay más de siete mujeres
muertas cada día. Más de 23.800 asesinadas en sólo una década. Y ese recuento
macabro no hace más que empeorar.
Los familiares, con el
cadáver de sus hijas todavía caliente, entregan las pruebas necesarias, presionan
a las autoridades: no se fue con el novio, no era emocionalmente inestable, se
moría de ganas de vivir, qué importa si estaba de fiesta, no se lo merecía. El
calvario de quienes pierden a una hija, una hermana o una madre no termina con
la sepultura. Acaba de comenzar. Porque, pese a las cifras y compromisos de las
autoridades, asesinar a una mujer en México sale prácticamente gratis: sólo el
10% de los casos ha recibido una sentencia condenatoria, según el último
informe de ONU Mujeres.
El último año registrado, 2016, presenta, no obstante,
las cifras de feminicidios más altas de los últimos 27 años, 2.813. El límite
parecía haber llegado con siete mujeres al día en 2011. México presumía de
haber superado los años más sangrientos de Ciudad Juárez. Pero la lista siguió
creciendo. Las siguen matando. Y el país está a punto de arrancarle a ese
conteo una cifra más al día. ¿Cuántas más podrá soportar?
Belén Sanz, representante de
ONU Mujeres en México, “lograr la igualdad de género es un pilar fundamental
para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible. Sin embargo, esto no será
posible si no prevenimos y ponemos fin a la violencia que enfrentan las mujeres
y las niñas. Es una labor imperativa que nos convoca a la acción colectiva, a
través de alianzas efectivas entre todos los actores de todos los sectores”.
Los estados que registran
mayor número de feminicidios, con base en registros son: Colima, Guerrero,
Zacatecas, Chihuahua y Morelos, informó Belén Sanz Luque, representante de ONU
Mujeres México. Detalló que de acuerdo con los datos recabados hasta 2016, en
lo referente a los municipios que presentan mayor violencia de género son:
Acapulco, Tijuana, Ciudad Juárez, Ciudad Victoria y Ecatepec.
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